Durante el puente del 1 de noviembre de 2006, mi buen amigo y compañero de cordada manolo, salimos de viaje de escalada. El destino era el Peñón de Ifach (Alicante), con parada en los vados (Granada).
Salimos por la tarde en mi furgo, llegando a los vados ya de noche.
Al día siguiente nos levantamos temprano y nos encaminamos a la vía. Elegimos hacer “La Espeluznante: L1: V, L2:V+, L3:V ,L4:6ª ”, una vía que ya hice en 1993, y de la que guardaba muy buen recuerdo.
Salimos por la tarde en mi furgo, llegando a los vados ya de noche.
Al día siguiente nos levantamos temprano y nos encaminamos a la vía. Elegimos hacer “La Espeluznante: L1: V, L2:V+, L3:V ,L4:6ª ”, una vía que ya hice en 1993, y de la que guardaba muy buen recuerdo.
Tras cruzar el río que circula al fondo del valle, nos dirigimos a pie de vía.
Los primeros metros sirven para calentar músculos y adaptar el coco a una gran pared.
El tiempo amenaza agua por lo que no tenemos claro que podamos escalar.
Nos equipamos y manolo se mete de primero para el primer largo (L1: V).
Como se puede ver en las fotos, la vía no esta muy limpia y tiene bastante vegetación.Los primeros metros sirven para calentar músculos y adaptar el coco a una gran pared.
Los largos se van sucediendo poco a poco, disfrutando de cada metro de esta bonita vía. Algún tramo con los seguros mas alejados de lo deseado nos hace templar los nervios.
Tras la travesía diagonal del último largo salimos por arriba. Bajamos por una vereita que te devuelve a pie de vía, rodeando la montaña por la izquierda. Tras reponer fuerzas con una comidita, ponemos rumbo a Alicante.El tiempo amenaza agua por lo que no tenemos claro que podamos escalar.
Todo el trayecto es por autopista, aunque se hace un poco largo. Llegamos a calpe y aparcamos la furgo en el parking de unos grandes almacenes. Estamos cansados por lo que nos dejamos de fiesteritas; cenita y a dormir para intentar escalar al día siguiente.
La mañana amaneció con el cielo encapotado. Cruzamos los dedos esperando que nos lloviese por lo que nos dirigimos al parking del peñón. Preparamos las mochilas y tras andar un poco se nos pone a llover, por lo que nos volvemos a la furgo. No teníamos clara la predicción del tiempo por lo que nos bajamos al puerto deportivo de calpe a buscar un periódico. Yo me encontraba entre nervioso y cabreado por haber llegado hasta allí y finalmente no poder escalar esa imponente pared.
Hablamos con algunos marineros, pero nadie tiene claro si seguirá lloviendo. Para hacer tiempo desayunamos por segunda vez.
Por suerte para momentáneamente de llover, por lo que no nos lo pensamos y tiramos para el peñón como locos.
La mañana amaneció con el cielo encapotado. Cruzamos los dedos esperando que nos lloviese por lo que nos dirigimos al parking del peñón. Preparamos las mochilas y tras andar un poco se nos pone a llover, por lo que nos volvemos a la furgo. No teníamos clara la predicción del tiempo por lo que nos bajamos al puerto deportivo de calpe a buscar un periódico. Yo me encontraba entre nervioso y cabreado por haber llegado hasta allí y finalmente no poder escalar esa imponente pared.
Hablamos con algunos marineros, pero nadie tiene claro si seguirá lloviendo. Para hacer tiempo desayunamos por segunda vez.
Por suerte para momentáneamente de llover, por lo que no nos lo pensamos y tiramos para el peñón como locos.
No estamos en nuestro mejor momento de forma, por lo que al tratarse de una vía clásica decidimos hacer la “vía Pany”
Me meto al primer largo, el cual parece una selva debido a la gran cantidad de vegetación. El segundo también tiene vegetación aunque menos, dejándonos este largo bajo una fisura bastante bonita.
Me meto al primer largo, el cual parece una selva debido a la gran cantidad de vegetación. El segundo también tiene vegetación aunque menos, dejándonos este largo bajo una fisura bastante bonita.
Aunque la roca y la propia pared son bonitas, la propia escalada pierde un poco su gracia, ya que estamos rodeados de casas y rascacielos típicos del levante español.
Los largos se suceden tranquilamente hasta llegar a la cima. Al llegar arriba, nos encontramos a un par de chicos. Uno de ellos lleva una cámara de video profesional. Aprovecha para grabarme mientras aseguro a manolo. El segundo chaval ojeaba desde la cubre las inmediaciones del peñón, hablando por un walkytalky con algún compañero que estaba en la base del peñón. Hasta que no se dio la vuelta no me percate de que se trataba de Carlos Suarez, uno de los escaladores-alpinistas mas destacados en España. Le pregunté al cámara si es que iban a grabar una escalada de Carlos, cuando ante mi sorpresa, me informo que estaban esperando para hacer un salto base desde la cima del Peñón. Como no había nadie mas en la cima nos invitaron a presenciar el salto por lo que nos dirigimos con ellos a la zona donde tenían preparado el equipo. La cosa fue bastante rápida, Carlos se colocó el paracaídas y el casco con una cámara incorporada, mientras el cámara rapelaba algunos metros de pared para hacer una toma del salto desde un poco más abajo.
Carlos se acerco al borde de la pared y dio un gran salto que lo separase de la pared. Mi amigo manolo estuvo muy atento y le pudo sacar esta gran foto. Y con esta curiosa anécdota terminó nuestro pequeño viaje.
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